Las opiniones de bastantes expertos en el mundo de la pesca coinciden en señalar la influencia de la Luna en el comportamiento de los salmónidos y, consiguientemente, en la eficacia a la hora de pescar.

El mes sinódico lunar no coincide exactamente con el calendario al uso, pues consta de 29,5 días. La Luna recibe la luz del Sol de distintas formas, denominadas fases, cada una de las cuales tiene una duración aproximada de siete días. Existe toda una cultura referida a la influencia de cada una de las fases en muchas actividades humanas. Así por ejemplo en la agricultura los menguantes se consideran mas favorables para podar los árboles o las viñas. En el caso concreto de la pesca se han elaborado tablas para determinar, según las fases de la luna, los momentos óptimos para pescar, que coincidirán con los de mayor actividad de las truchas.

Los cuartos son las fases mas favorables. El menguante suele ser excelente mientras que el creciente es bueno. Durante la luna nueva las condiciones son regulares y los peores resultados, siempre según estas teorías, se producirían durante la luna llena.

No deja de tener cierta lógica esta teoría si consideramos que con Luna llena hay bastante luminosidad durante la noche, y la trucha puede comer lo que reduciría su actividad diurna. De hecho, y pese a estar prohibido, hay furtivos que pescan durante las noches de luna llena con excelentes resultados. Durante la luna nueva la trucha suele comer fuera de las horas en las que eclosionan los insectos alados (posturas). Preferentemente lo hacen antes y después.